Porque para ella,
él era la inmensidad del Sol…”
...El Amor me cuentas historias,
Que jamás nadie me contara jamás,
Me dice que me ama,
Que soy la única a quien puede él Amar…
En la distancia, a cientos de kilómetros,
Suelo escuchar su viril voz,
y el llamado de su piel que es fuego…
Que me dice exquisitamente, Ven!
Y en medio del cantar de cientos de aves,
Grita con desesperación fuerte mi nombre,
El que tuve para otros siempre guardado,
Y con el que jamás,
Nadie antes me llamo..
El conoce mi rostro,
Que es espejismo del mar,
Del mismo color mis ojos,
Azules, verdes, café,
Y un alma por abrazar…
Y me confundo entre otras voces,
Y temiendo no ser yo,
Quien quiera él hoy amar,
Y en la tristeza de la duda,
Vuelven a ser sus noches,
Sin lunas, sin estrellas, y solitarias sin paz.
Y me duele profundamente,
Dudo y no respondo,
Busco arenas movedizas donde esconderme
Porque tengo miedo de mis propios sueños,
Que sean solo míos, y no los dé el quererme.
Y vuelven las imágenes
De la cascada en nuestro mágico río aquel,
Donde el me hizo suya,
y donde yo fui parte de él.
Donde conocí el vuelo
De cientos de palomas,
Aprendiendo que la noche abrazaba al día,
Y daba luz al amanecer.
Y Felices fuimos
En aquel rincón del universo,
Llamado isla de la paz,
Y la luna era la cuna de los enamorados,
Donde las galaxias vestían sin antifaz.
Preparando cada noche
Su casa con perfumes de lavanda,
Con aceite, especies y romero,
Y en el cuarto de luna menguante,
A la una en punto,
Se convirtió en hamaca ,
Era nuestro mundo entero.
Para que reposaran los enamorados,
Amándose en una sola carne
Las estrellas cual manto,
Cubrieron sus regazos,
Con besos palpables.
No hubo desnudez entre ellos,
No hubo espanto,
Solo la simpleza de hombre y mujer,
Al descubrirse perfectos,
Entregados en una sola Esencia,
Ella en rosa, y el en clavel.
Y me fue mostrando él,
Los cráteres de la luna,
Que fue contando uno a uno,
Pero él, guardo el más precioso,
Que hizo aparecer detrás de mis ojos, como humo.
Y así aprendí a encender hogueras,
En medio de la inmensidad
De la noche con estrellas
Como así el por mí,
Aprendió nuevos oficios,
Guardar ganado, y juntar leña
Todo fácil para un hombre
Que gusta de la simpleza de la vida,
Que disfruta de la belleza de la naturaleza,
Del arte, la música y la poesía.
Ese era el hombre que yo conocía,
Ese era el hombre que yo amaba…
Esa es el hombre por quien despierto,
Cada una de mis mañanas,
Aquel que abrió las puertas de mi alma,
Y que hoy lucho porque no queden abiertas
El mismo que me hace mujer,
Mi amado, mi amigo, mi maestro, mi poeta,
Pero los extranjeros de otros tiempos,
No pudieron comprender este amor
Y tomaron un atajo,
Para colocarles piedras en el camino,
Piedras que algunos llaman dudas,
Desesperanza, celos, y dolor…
Las ruedas de las obligaciones,
Aplastan con gran fuerza
Las cadenas de los otros
Amarran y no sueltan.
¿Quién conoce la ruta feliz,
De la órbita satelital de la luna?
¿Quién conoce una historia de amor,
Llamada fortuna?
"...Y ella sigue pensando, cuestionándose,
mientras en sus sueños se sigue columpiando
en el mar, de sus Sueños de Luna..."
¸.•´¸.•*´¨) ¸.•*¨) Cariños Mil…
(¸.•´ (¸.•`* * Lily Armarther.❤